Y mientras los fríos dedos del entretenimiento cibernético me agarran fuertemente. Esta pequeña máquina que abre el paso a tanta información. Estos pasatiempos virtuales que me alejan de la realidad un poco más.
La verdad hay poco de que hablar. Simplemente me pasaba a saludar y desempolvar un poco esto que tiene que ejercitarse para estar en plena forma para el verano. No sé qué me da que será en cierto modo largo.
Quiero empezar a preocuparme por esas tonterías propias nuestras y a la vez no hacerlo y disfrutar de la comodidad de las despreocupaciones. ¿Que hacer? Eso me pregunto cada día y sigo sin la respuesta. Seguramente sea una de tantas preguntas que se plantearon aquellos filósofos solitarios, tomados por locos, y que solo algunos dieron respuesta. Acertada o no es otro tema, cada uno decide.
Vamos a perdernos por un camino desdibujado, de esos que no conducen a ningún sitio concreto. Simplemente desaparezcamos junto con las figuras de criaturas magníficas en las profundidades de algún pensamiento. Somos suficientes para mantenernos cuerdos, pero debemos luchar para no conseguirlo.Seamos espíritus libres surcando cielos de tierra, donde las redes sean del futuro y los gritos del silencio.