sábado, 5 de octubre de 2013

Bittersweet symphony

Se hace un poco cuesta arriba. No sé si es miedo o qué, pero ver que con el resto sí que habla, sí que tiene esos detalles, me rompe. Sé que pido algo muy complicado, un salto en dos direcciones opuestas. Yo lo veo factible, pero que, por alguna razón, se vuelve imposible. Infinita contradicción.

Entonces ya no sabes si eres menos importante, si es que sólo te da por hecho o si eres demasiado exigente y ya le buscas el pero a cualquier cosa. Esto sólo hace que decidas evitar, a ver si con aire pueden colocarse las cosas, y callarte, callarte que no falte.



Todo tiene ese sabor agridulce.