miércoles, 15 de junio de 2011

Obsesión

Hoy, después de repetirme lo tonta que soy he decidido volver al ataque. Y es que hoy me toca hablar de aquello que nos encanta y nos aterroriza. Muchos las sufrimos negando su naturaleza, porque no puede ser malo, no tenemos un problema. Otros aceptamos que nos hace daño, intentamos luchar. Hay algo que nos une a ellas. Serán los recuerdos de lo bonito que fue, de lo bonito que pudo haber sido. Será esa magnífica capacidad de aferrarnos a lo que nos duele, tal vez porque nos recuerda que estamos vivos.

Es el motivo por el cual empecé a escribir de vez en cuando aquí. Porque hablarlo duele, pero escribirlo me libera. Yo soy consciente que son mi debilidad, aún así me dejo engañar por mí misma. Creo en las personas, a veces, por eso luego me llevo lo que me llevo. Todo sería más fácil si lo olvidase todo, si me liberase de esas cadenas que son los recuerdos. Ahora mismo no puedo y eso me fastidia más que ellos. Siempre tengo que sentirme impotente por algo. Odio ese sentimiento.

Hoy, un día con un poco menos de luz. Una entrada más aburrida. Lo siento.

¿Alguien puede sacarme de aquí? Creo que me ahogo.