miércoles, 15 de junio de 2011

Obsesión

Hoy, después de repetirme lo tonta que soy he decidido volver al ataque. Y es que hoy me toca hablar de aquello que nos encanta y nos aterroriza. Muchos las sufrimos negando su naturaleza, porque no puede ser malo, no tenemos un problema. Otros aceptamos que nos hace daño, intentamos luchar. Hay algo que nos une a ellas. Serán los recuerdos de lo bonito que fue, de lo bonito que pudo haber sido. Será esa magnífica capacidad de aferrarnos a lo que nos duele, tal vez porque nos recuerda que estamos vivos.

Es el motivo por el cual empecé a escribir de vez en cuando aquí. Porque hablarlo duele, pero escribirlo me libera. Yo soy consciente que son mi debilidad, aún así me dejo engañar por mí misma. Creo en las personas, a veces, por eso luego me llevo lo que me llevo. Todo sería más fácil si lo olvidase todo, si me liberase de esas cadenas que son los recuerdos. Ahora mismo no puedo y eso me fastidia más que ellos. Siempre tengo que sentirme impotente por algo. Odio ese sentimiento.

Hoy, un día con un poco menos de luz. Una entrada más aburrida. Lo siento.

¿Alguien puede sacarme de aquí? Creo que me ahogo.

sábado, 11 de junio de 2011

No es un problema de uno


Hoy vuelvo a la carga después de tanto tiempo. ¿Por qué? He terminado todos los exámenes y demás. ¡Qué felicidad! Estoy en vacaciones oficialmente. Estos días se presentan como una sucesión de "loquemeapetezca", porque he aprendido a escaquearme de los problemas.

Y es que no entiendo a esas personas que aseguran que quieren que todo sea igual, pero tampoco hacen el esfuerzo. Porque la culpa la tiene el otro, nosotros nunca. Admitirlo sería como matarnos, ¿quién tomaría en serio a alguien que admite su culpa? Pensamos "¡Qué extraño!" y nos alejamos.

En ese momento en el que te llega una persona y te dice que lo siente, que entiende que ha sido también su culpa, sigues sin poder admitir que es en parte tu falta y como ha dicho ese "también" le miras mal e intentas dar la vuelta y que cargue ella con el muerto. ¡Qué tontos somos! Que queremos que las cosas se arreglen, pero no queremos dar nuestro brazo a torcer. Porque queda muy bien hablar en plural y luego decir "...que no me refiero a ti, pero...". Todo tonterías.

Esto siempre se puede empeorar si empezamos recordando a cada uno lo que hizo mal. Porque nosotros nunca, pero nunca, vamos a decir lo que hicimos mal. Nos gusta hacer sentir mal al otro, que nos de la razón y luego parar de escuchar, porque la otra parte no es importante.

Al final, algunos sí nos dimos cuenta. Al final, algunos dijimos "Yo también lo hice". Al final, algunos fuimos a los que nos dijeron que no se referían a nosotros. Al final, algunos nos hartamos de las tonterías.

Estos días apetece hacer cosas que nunca hicimos.